Para alegría del público, he vuelto. Y hoy vamos a hablar del tránsito lento, aunque no mencionaremos el activia ni los problemas digestivos que parece que tanto afectan a las chicas de hoy.
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El problema es con alguna gente que maneja lento. Y aclaro, antes que nada, que el problema en si no es que manejen lento. Cada uno que vaya como quiera, pero si van a ir lento, que lo hagan sin romper las pelotas al resto.
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Como sabemos, la calle está llena de reberendos hijos de puta y también de pelotudos que uno no sabe como mierda hicieron para sacar el registro. Pero hoy vamos a centrarnos en dos casos que me interesa analizar:
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1) El terrible hijo de un camión cargado de putas que que te ventajea en el semáforo y después va a 30 km/h hasta la otra esquina. Garca, sorete, infeliz, pelotudo. Se te mete por el costadito o arranca en amarillo para quedar primero y después va paseando. Se merece que le agarre una diarrea en el medio de un congestionamiento en Panamericana.
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2) El malcogido por una legión de negros africanos que va despacito y se clava en el carril izquierdo. Como me sacan estos soretes. Y los podés encontrar en avenidas, rutas, autopistas. No le hacen diferencia los conchudos. Si querés ir a 80 km/h y no te da verguenza que te pasen hasta los camiones o te agarra vértigo en la cola si vas muy rapido, todo bienl. Pero subnormal, correte al carril de la izquierda, no jodas al mundo. Y lo peor es que cuando estás atrás y les haces luces, muchos encima no se corren.
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Realmente a veces quisiera tener un auto bien grandote y bien roto como para andar chocando gente para que escarmiente. Pero lamentablemente tengo que contentarme con mucha bocina y mucha puteada.
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