El futbol argentino se fue a la mierda. Ya no es lo que era. Se perdió el nivel de otros tiempos. Ya no hay jugadores diferentes, no quedan cracks, no hay ídolos. Pero eso no es todo, no siquiera hay buen quilombero.
Miren que bajo que hemos caido que la pelea del verano la está armando el impresentable de
Fabbiani, un gordito cuatro de copas que nunca ganó nada y ahora se cree un fenómeno porque jugó mas o menos bien en Newells (si, en Newells). No hay otro escandalete entre jugadores mas que la novela con este muchacho que se hizo mas famoso por voltearse a un par de gatos que por jugar al futbol.
Es necesario recuperar a los conventilleros de otros tiempos. Que vuelva el turco Garcia, Chilavert, Ramón Diaz, Giunta, el huevo Toresani, Guillermo Barros Schelotto, Hernán Diaz, Ruggeri o alguno otro de esos. Tipos carismáticos de verdad. Esos que cuando tiraban una bomba se sentía por un par de semanas. Y además se la bancaban después.
Hoy son todos sordomudos estos pibes. Solo les imprtan los gatos, el pelito y la guita. No le dan un plus al público.