lunes, 29 de junio de 2009

Tendencias

Una nueva tendencia se percibe claramente en el universo blogger: Cada vez mas floggers se están haciendo un blog. No se si buscan demostrar que no son tan boludos como el resto de las sociedad cree o simplemente la cuestión se puso de moda pero hay que encontrarlos y aislarlos, antes de que la tendencia siga creciendo y entonces nosotros, los verdaderos bloggers, perdamos el poco prestigio que nos quedá.
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Ahora bien ¿como detectarlos? Una ves más voy a ofrecerles desinteresadamente mis conocimientos, mostrándoles unos pocos tips que sirven para detectar el blog de un flogger:
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1) Repite letras en el título o en el dominio, los cuales suelen estar en inglés.
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2) Usa letras de diversos colores y tamaños.
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3) Pone muchas imagenes o fotos (no se puede sacar la costumbre).
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4) Usa colores chillones, que generen fuertes contrastes.
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5) Generalmente, el autor es menor de 20 años.
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6) Suele escribir boludeces.
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Después no digan que no les avisé.
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viernes, 19 de junio de 2009

Dimelo en la calle (o al menos en la cara)

Para comenzar debo reconocer que el hecho de que la mayoría de las empresas de servicios y venta masiva de productos hayan habilitado un número de reclamos y atención al cliente representa una indiscutible comodidad y un beneficio para el usuario. Pero como nada es color de rosa en este mundo, hay una gran contra en todo esto. Siempre y cuando la empresa se porte como corresponde ante el reclamo, el call center resulta un canal válido para evacuar las inquietudes del usuario.
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El problema surge cuando las ratas de call center (especie en expansión, nefasta y debastadora) se saben impunes tras el teléfono y comienzan a espetarle a uno una serie de frases memorizadas cuasi perfectamente, cual robot, y sin escuchar lo que uno les está diciendo. Ahí es cuando uno se brota, principalmente cuando esta táctica es combinada con el clásico "aguarde un momento por favor" y lo cuelgan a uno media hora escuchando una musiquita bien pedorra. Entonces la temperatura va in crescendo y si uno se desubica demasiado, ¡te cortan! Los hijos de una gran puta mal cogida por un camion de bufalos en celo te cortan. Y vos te quedás ahí, solito con tu teléfono, lanzando al viento una parva de puteadas digna del gran Enrique Pinti.
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Entonces, lo que yo propongo, mas bien exijo, es que se dicte una ley que obligue a todas las empresas a tener una oficina de atención al cliente conformada por gente de carne y hueso atendiéndote detrás de un mostrador. Entonces, cuando estas pseudo robots te salen con el casettito bien aprendido durante sus cursos de inducción, uno puede descargarse como corresponde, puteandolos en la cara, de arriba a abajo, como solo un buen rioplatense puede hacer.
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Y, en casos extremos, saltar el mostrador al grito de "¡agarrenmé que lo mato!"
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jueves, 18 de junio de 2009

El Melli Pregunta 10

¿No saber reconocer a un boludo, te convierte en uno de ellos?
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martes, 16 de junio de 2009

En guardia

Ayer el destino me jugó una mala pasada. El incapaz de mi hermano se golpeó jugando al fútbol y no hacía falta ser traumatólogo para darse cuenta que tenía una fractura marca cañón. Asi que tuve que cambiar mi plan de lunes por la noche, que consistía en irme a dormir muy muy muy temprano, para llevar a mi hermano a la guardia para que le vieran la mano.

Y allá fui, ingenuamente, ignorando el gran peligro que me asechaba. Cuando ingresé a la recepción de la guardia de la clínica casi entro en pánico. Había unos 100 personas en apiñadas en unos pocos metros cuadrados, los cuales iba a tener que compartir con ellos por un buen rato.

Cuando lean en el diario que las guardas están colapsadas, créanlo. Ahora todos padre que tiene a su hijo con una gripecita cualunque y 37.2 de temperatura se paranoiquea, piensa que el pendejo tiene la porcina y se manda para el hospital. Así que ahí estaba yo, más fresco que una lechuga, rodeado de una manada de virus y enfermedades que me acechaban.

Para colmo, la densidad de menores de 12 años por metro cuadrado superaba ampliamente los límites recomendados por la OMS. Todo era grito, llanto y alboroto. Porque los niños son de por si molestos. Si además uno los pone a esperar por mucho tiempo la cosa se complica. Ni hablar entonces, si además están enfermos …

Yo intentaba escaparme de mi entorno sumergiéndome en el libro que me acompañaba, pero a cada momento una tos o un estornudo me hacían recordar que la gripe me acechaba. Cuando vi pasar frente a mí a dos personas con barbijo, supe que la muerte venía una vez más a golpear a mi puerta. Por suerte, la guardia de traumatología iba por separado del resto y todo el trámite no demoró más de una hora.

Por ahora sigo vivo pero quien sabe cuanto me queda. Si paso a mejor vida, sepan que a sido un gusto tenerlos de lectores.

Adiós.
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martes, 9 de junio de 2009

Al César lo que es del César

Ha llegado el momento de que se haga justicia. Esto no puede seguir así, es una locura, un atropello a la razón. No puede ser que los altos anden jodiéndole la vida al resto en el cine. Porque se te sienta uno de estos larguiruchos adelante y cagaste. La película no la ves, la espiás. Si es subtitulada, directamente levantate y andate.

Yo creo que así como a los gordos les hacen pagar dos asientos en los aviones, a los largos les tienen que obligar a sacar dos entradas, para que el asiento de atrás de ellos quede libre. Así no se puede seguir.

No me obliguen a cortar cabezas …
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martes, 2 de junio de 2009

Los desubicados de siempre

Esta vez me la voy a agarrar con los desubicados que van al chino de la vuelta a hacerse la compra del mes y terminan clavando a todo el mundo con media hora de fila para pagar.

A ver desubicado social si logro ser claro contigo. El chino es para comprar un par de pavadas, si querés hacerte una compra pre guerra bacteriológica para llenarte el bunker andate a Carrefour. Al chino se va a hacer la compra del día o a comprar algo que te olvidaste en la compra mensual, no mas de 10 o 15 productos.

Debe ser algo rápido y sencillo, no da que si tardaste 5 minutos en comprar venga un subnormal a cagarte el dia y hacerte morfar media hora en la caja.
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