¿Hasta cuando vamos a darle de comer a estos parásitos? Esa pregunta me hago cada vez que voy a una dependencia pública y me encuentro con que aún tienen ascensoristas (si, ese hombre o mujer, que lo único que hace es preguntarte a que piso vas y apretar los botoncitos del ascensor).
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Todos sabemos que entre los empleados públicos de este país hay una gran cantidad de inútiles, tipos realmente incapacitados para desarrollar labores, que han accedido a su cargo por relaciones de parentesco a cambio de favores sexuales.
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¿Pero tan inútiles son que ni siquiera pueden apretar el botoncito del ascensor con el número del piso al que se dirigen? ¿Puede ser que todavía salga de plata de mis impuestos para pagarle el sueldo a estos tipos que "manejan" un ascensor y que encima te hacen perder tiempo porque se cuelgan hablando boludeces a cada piso que llegan?
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Así, este país no despega más.
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