jueves, 28 de octubre de 2010

Blog de Notas IX

1) Detesto a la gente que en los negocios de ropa cuando tira una prenda se hace la boluda y sigue mirando como si nada.

2) Jamás me compré un perfume. Todos los que tengo o tuve me llegaron de regalo.

3) Darle agua mineral al perro es de piojo resucitado.

4) La profundidad del escote debe ser inversamente proporcional al tamaño de las tetas.

5) Terminemos con la mentira de que hacer un asado es un arte. Prendés el fuego, ponés la carne, la das vuelta al rato y ya está. Todo lo demás que se agregue son pavadas.

6) Me pudren los boludos que se creen más vivos que el jefe, viven hablando mal de este, pero jamás logran superarlo.

7) Los tipos que usan camisas con sus iniciales son garcas. Los que usan cinturón con las iniciales, se creen más de lo que son.

8) Que se vaya extinguiendo lentamente la pizza de cancha es un claro símbolo de la que la humanidad va en franca decadencia.

9) Y hablando de pizzas, una pizzería que no vende fainá, no es una pizzería.

10) Me genera mucha desconfianza todo negocio de rubro que luego agrega un segundo negocio adicional, como la pizzería que vende helados, o la heladería que vende churros o la panadería que mete un kiosquito.

martes, 19 de octubre de 2010

La ley de los apellidos

En un nuevo y desesperado intento por hacer de este chiquero un mundo mejor, me parece que ha llegado el momento de que se promulgue una ley que prohíba el uso de apellidos cuyo coeficiente consonantes/vocales sea mayor a dos (para los lentines, que el apellido tenga mas de dos consonantes por cada vocal).

La ley, indudablemente, deberá indicar las letras a suprimir de cada apellido para ajustarlo a la nueva normativa.

Comuníquese, y archivese.

martes, 12 de octubre de 2010

Las venas abiertas de América Latina

Es América Latina, la región de las venas abiertas. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha trasmutado siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder. Todo: la tierra, sus frutos y sus profundidades ricas en minerales, los hombres y su capacidad de trabajo y de consumo, los recursos naturales y los recursos humanos. El modo de producción y la estructura de clases de cada lugar han sido sucesivamente determinados, desde fuera, por su incorporación al engranaje universal del capitalismo. A cada cual se le ha asignado una función, siempre en beneficio del desarrollo de la metrópoli extranjera de turno, y se ha hecho infinita la cadena de las dependencias sucesivas, que tiene mucho más de dos eslabones, y que por cierto también comprende, dentro de América Latina, la opresión de los países pequeños por sus vecinos mayores y, fronteras adentro de cada país, la explotación que las grandes ciudades y los puertos ejercen sobre sus fuentes internas de víveres y mano de obra. (Hace cuatro siglos, ya habían nacido dieciséis de las veinte ciudades latinoamericanas más pobladas de la actualidad.)
.
Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos; otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se transfigura en chatarra, y los alimentos se convierten en veneno. Potosí, Zacatecas y Ouro Preto cayeron en picada desde la cumbre de los esplendores de los metales preciosos al profundo agujero de los socavones vacíos, y la ruina fue el destino de la pampa chilena del salitre y de la selva amazónica del caucho; el nordeste azucarero de Brasil, los bosques argentinos del quebracho o ciertos pueblos petroleros del lago de Maracaibo tienen dolorosas razones para creer en la mortalidad de las fortunas que la naturaleza otorga y el imperialismo usurpa. La lluvia que irriga a los centros del poder imperialista aboga los vastos suburbios del sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de nuestras clases dominantes - dominantes hacia dentro, dominadas desde fuera- es la maldición de nuestras multitudes condenadas a una vida de bestias de carga.
.
.
Las venas abiertas de América Latina
Eduardo Galeano

viernes, 8 de octubre de 2010

Te apuesto todo

Les juro que apostaría a que la mitad de las personas que dicen "esto parece Kosovo" cuando llegan a un lugar muy destruido o desordenado, son incapaces de dar una ubicación aproximada de Kosovo en un mapa y no tienen la mas remota idea de la existencia del conflicto bélico que destruyó la ciudad y dió origen a la "expresión".
.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Porque yo lo digo 6

Las personas que van a la facultad por la tarde y no trabajan de mañana, son vagas, tienen serias dificultades para asumir compromismos y son levemente inmaduras.
.

viernes, 1 de octubre de 2010

El Putómetro III

Los tipos que después de mear bajan la tabla, tienen la cola golosa.
.