domingo, 23 de septiembre de 2007

Dia Negro

El 22 de septiembre de 2007 no va a ser un día de esos que voy a recordar feliz, sino mas bien todo lo contrario.

Ló malo empezó poco después de que arrancara el día. El viernes por la noche me fui para Rosario con mi hermano y un amigo a presenciar la victoria mi glorioso Ciclón de Boedo frente a Rosario Central.

Ya de regreso, apenas pasadas las doce, en el km 174 de la ruta 9, comenzó a titilar la luz de aceite en el tablero del auto y empezó a sonar una extraña alarma. Antes de que mi hermano pudiera frenar el auto un olor a quemado invadió el vehículo. Presentimos que algo malo había pasado y llamamos al remolque del ACA.

Nos dijeron que en unos 15 minutos nos llamaban para decirnos cuanto tardaban. A los 25 nos llamaron, nos dijeron una hora de esperar. Para cuando llegó la grua eran alrededor de las 2. Lo malo señores, es que esta grua nos iba a llevar hasta una estación de servicio en el km 92 y de tendríamos que esperar otra que se llevara el auto y un taxi a cargo del ACA que llevaría a los otros dos pasajeros.

Para darle algo mas de fastidio a la escena, cabe agregar que el frio era importante y yo no estaba muy abrigado, ya que me fui directo desde el trabajo, y mi hermano que debía llevarme ropa para que yo me cambie olvidó hacerlo.

Pero volviendo al relato, cuando llegamos a la estación de servicio que era el punto de encuentro, descubrimos que ni la grua ni el taxi que debían esperarnos estaban ahí. Fue entonces cuando pensé en el suicidio. Si a alguno le parece exagerado, considere que había recorrido 90 km sentado de a 4 en una camioneta ideada para 3 personas, excesivamente apretado.

A los 10 minutos llegó la grua y mi hermano se fue con el auto. Nacho y yo nos quedamos en la estación, varados, esperando el taxi. Decidimos comer algo, ya que no habíamos cenado. El café que acompañó mis galletitas fue el mas inmundo que probé en años. Tan feo era que ni terminé de tomarlo y me quedaron 3 tortitas blakc cruzadas en la garganta.

Casi una hora después vino el taxi. Rapidamente me dormí, no si antes estar a punto de morir de frío porque al señor taxista se le ocurrió viajar con la ventanilla baja. Cuando llegamos a Capital bajó de General Paz por cualquier lado, alargando unos minutos mas el viaje y acrecentando aún mas mi pésimo humor.

Llegué a casa 6.30, 7 horas después de haber partido. Me acosté y tuve la ilusión de que todo sería mejor al despertar.

Me levante 11.30 para ir a jugar al futbol. Antes mamá me dio la mala noticia de que el problema fue la rotura en la correa de distribución, lo que conlleva una destrucción de proporcines bíblicas en el motor. En casos similares la automoriz se hace cargo, dado que es una erro de fábrica. Espero que el nuestro no sea la excepción a la regla.

Cabizbajo partí para el encuentro. En la segunda fecha del torneo todo venía de 10. El primer tiempo pasamos por arriba al rival y nos pusimos en ventaja, 4 a 0. Casi sobre el final, en una desgraciada jugada, tras patear la pelota cai mal y me golpeé el pie. Aguante un rato mas, pero tuve que pedir el cambio. Al menos ganamos, no sin sufrir, por 4 a 3 y pidiendo la hora.

Hoy, 24 horas después, sigo sin poder apoyar el pie derecho. Fui al traumatólogo y me dijo que es solo un golpe. Entre lineas pudo leer que su mensaje fue: no hay nada que hacer, jodete y aguantatela.

A la noche me quedé en casa de mi chiquita. ¿A donde mierda iba a ir si estaba en una pata? Me quedé dormido a las 12. Creó que las ganas de que termine el día me llevaron a eso.

Espero cambie mi suerte.

2 comentarios:

rck dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Euge! dijo...

para?

Q rck es tu hno?

rck, este es tu hno q ya se recibió?

No chicos, si me estoy muriendo de la risa aca!!!!!!!!

No sabían ninguno de los dos de la existencia del blog? Jajaja

Si es una joda les salio bien, si no, tb, me estoy muriendo de la risa