domingo, 30 de diciembre de 2007

30-12-2004

Aquella noche vi a la muerte bien de cerca. A mi propia muerte. Tan cerca como nunca la había visto y como gracias a dios desde entonces no volví a ver. Yo podría ser una de esas 194 personas que ya no están. O podría ser el 195.

Sin embargo mi suerte, que tantas veces maldigo, aquella noche jugó de mi lado. Y del lado de mi hermana. Y del lado de mis amigos. Un cambio de auto, una demora en la estación de servicio y una cerveza más nos dejaron de la vereda de los vivos. La demora para entrar nos dejó justo al lado de la puerta cuando todo pasó y entonces escapar fue más fácil.

Solo escapamos de cuerpo. Mente y alma siguen encerradas allá. Después de tres años todavía siguen allá. Siguen escuchando los gritos, siguen respirando el humo, siguen viendo a la muerte a los ojos. Y nada, nunca, los va a sacar de ahí dentro. Los recuerdos oscuros de aquella noche nos van a acompañar por siempre.

Queremos seguir adelante. Cuesta, y mucho. Se hace imposible no recordar. Algunos días, como hoy, el recuerdo es aún más latente, más fuerte. De momentos, te sentís otra vez adentro.

Y hay cosas que te meten todavía mas adentro. Como la falta de justicia. Tres años pasaron y todavía no hay nada. Ni un solo detenido. Todos libres. Algunos procesados, otros hasta de eso se salvaron. Alguien tiene que hacerse responsable de esas muertes. No les va a devolver la vida, pero les va a dar tranquilidad. A ellos y a sus familias. Porque sin justicia no hay paz.

Pero no solo la injusticia vuelve a meterte para adentro. Ver que muy poco a cambiado a pesar de tantos muertos jode, molesta, duele. La violación de las normas está institucionalizada y nos acostumbramos a vivir así. Lo hacemos de taquito y lo atamos con alambre.

Desde aquella vez varios casos mostraron esto: incendios en los penales de Magdalena y Santiago del Estero, el incendio en el taller textil clandestino del bajo Flores, la galería que se cayó en boliche de San Martín, la reciente explosión en la facultad de Río Cuarto y seguramente alguno mas que me olvido. Muestras de que todo sigue casi tan mal como antes.

Parece que ya se olvidó. Al menos para la gran mayoría. Parece que va a tener que seguir muriendo gente para que cambie nuestra mentalidad. Ojalá algún día cambie.

Y espero no sea demasiado tarde.

10 comentarios:

Gioconda dijo...

La verdad que debe haber sido un infierno.
Yo conozco gente que estuvo ahi y gente que perdio hermanos y amigos.
Hasta una profesora de la cruz roja cuyo hijo había ido y al final no pudo entrar porque era un lio barbaro y se fue con los amigos a otro boliche.
Y no se enteró del incendio hasta que llegó a su casa a las 8 de la mañana y su madre que es rescatista urbana tuvo que trabajar ahi sin saber si su hijo estaba muerto o vivo porque no podia comunicarse con el.
Muy feo.
Son heridas que tardan en cicatrizar.
Pero estas vivo y tenes toda una vida por delante.
Saludos!

Anónimo dijo...

Yo no estuve alli, pero la hija de mi profesor de Cuentas Nacionales fallecio ahi, fue un golpe muy duro, el profesor estaba como perdido, las clases ya no eran las mismas, fue bastante terrible.

Todavia m acuerdo de las imagenes, m imagino lo que fue para vos q estuviste alli.

espero se haga justicia.

Lulis*~ dijo...

wow, estuviste ahi.
me quede muda.

solo espero que se haga justicia pronto, sigue sinedo uin dolor muy grande, demasiados sueños rotos...

beso

Natu dijo...

Melli debe haber sido duro y seguro es algo que queda...no se olvida!
Ojalá este proximo año traiga tranquilidad a esas familias!
Un beso y que tengas un buen 2008!

Gioconda dijo...

Te deseo un muy FELIZ 2008 y que este año que comienza esté lleno de éxitos y felicidad!
Besos!

Anónimo dijo...

No puedo ni empezar a imaginarme lo que debe haber sido estar ahi adentro...

Hay cosas que no dejan de sorprenderme!

Horacio dijo...

no se soluciona nada metiendo gente presa

yo he entrado cientos de veces (y sigo entrando) a lugares donde no se respetan las normas de seguridad

y los lugares se ponen más buenos cuando hay más gente que la permitida

castigar o meter preso al dueño de un boliche, a un intendente o a una banda no es ninguna solución, es querer quedarse tranquilos, "cumplir"

Dalma dijo...

No tengo palabras, ni me imagino lo que debe haber sido pasar por esa experiencia.
Yo la vi desde aquí, pero igual me llegó el horror de lo que fue.
Que el tiempo, que dicen lo cura todo, te ayude a dejarlo atrás.
Beso

Small Grasshopper dijo...

hola, gracias por visitar mi blog, ahora yo visito el tuyo... me parece muy bueno de lo que alcanzado a leer, me gustaría poner un link a tu blog en mi blog, pero quiero pedirte permiso para hacerlo, espero que aceptes. espero que también quieras poner un link de mi blog en el tuyo.. nos vemos, cuidate

Naranja Silvestre dijo...

Uff...esperemos que no se repita nunca mas!...

Es muy triste que cosas así hayan pasado...y que todavia puedan pasar es aún peor

Un beso

P